
Mi interés por la psicología comenzó desde bien pequeña, pero creo que nunca fui consciente de ello hasta los 21 años cuando decidí dejar la Carrera de Farmacia en La Laguna (Tenerife) al no tener permiso desde el trabajo para asistir a mis clases prácticas de laboratorio.
En aquel entonces llevaba trabajando para el Estado desde los 19 años y estaba destinada en Tenerife. Afortunadamente ahora me alegro de no haber seguido con mis estudios de Farmacia (aunque esto lo digo ahora, no por entonces).
A los 22 años comencé Psicología por la UNED porque era la única forma de compaginarlo con mi trabajo. Justo en ese momento aterricé en Barcelona al ser una ciudad que siempre me atrajo conocer. Fueron cinco años duros por tener que compaginar trabajo y estudios, pero sabía que no me había equivocado con la elección. Estaba maravillada con todo lo que aprendía día a día. No me costaba en absoluto ponerme a estudiar.
En el año 2000 solicité una excedencia, que mantengo hasta ahora y creo que me ha permitido ser un poco arriesgada a la hora de emprender.
En el año 2001 comencé trabajando para una Fundación Mujer y Familia. Mientras, seguía estudiando en la Universidad Complutense de Madrid la especialidad de psicología forense. Si la psicología clínica y los problemas sociales me gustaban, la psicología aplicada a la evaluación forense ya fue maravilloso. En las clases yo no sentía que estaba en la silla, yo levitaba escuchando a mis profesores. No obstante, seguía con ganas de seguir formándome (esas ganas aún continúan). Así mismo abrimos despacho en Madrid una compañera y yo de Psicología Forense que tuve que dejar al tener que viajar a USA por motivos personales.
A la vuelta, en el 2006, trabajé como Psicóloga Infantil en el Centro CETECO de Toledo en el cual sigo colaborando como psicóloga Forense, junto a un despacho personal que aún continúa en Valdemoro. Realicé un Máster de Psicología Clinica y de La Salud y un Experto en Psicología Infanto-Juvenil por la Asociación Española de Psicología Cognitivo Conductual. Ambas especialidades me acercaron a otro mundo distinto: el de los niños. Aquí tuve que desarrollar mi capacidad creativa al máximo para adaptarme a cada niño.
Mientras tanto daba clases de formación de diferentes temáticas en Academias de la Guardia Civil, Policía Autonómica de Madrid y Policía Nacional que me abrió un mundo nuevo para mí, aunque relacionado con el mundo forense, como es el análisis de credibilidad, simulación, valoración testimonial, etc.…
Posteriormente estuve trabajando en Una Oficina Judicial de la Comunidad de Madrid, atendiendo víctimas de todo tipo, que me aportó sobre todo tener que ser muy resolutiva ante los problemas que planteaban los usuarios, pues solo podían tener un número de citas limitadas. Recuerdo con mucho cariño aquella etapa, puesto que el pueblo agradeció nuestra implicación y nos dieron muchísimas muestras de cariño; también hice excelentes amistades que aún conservo.
Para atender adecuadamente a los pacientes es conveniente estar en continua formación ya que las necesidades de las personas también van cambiando con el tiempo, y hay que adaptarse; así pues he hecho formación en Hipnosis, Mindfulness, EMDR, Técnica de la Caja de Arena, etc… En la actualidad estoy Formándome en Terapia Sistémica (Terapia Centrada en Soluciones) siendo miembro de FEATF y un Postgrado de Arte Terapia (ya que siempre me ha llamado la atención como las artes plásticas, entre otras, pueden ser vehículo de las emociones).
Hace cinco años quise dar el salto de Madrid a Badajoz por tener la familia cerca, ya que llevo casi 25 años fuera y me apetecía volver a mi tierra adoptiva. Aquí hemos abierto otro centro con muy buena acogida.
He trabajado al mismo tiempo que realizaba terapia clínica, durante más de 18 años, en los Juzgados de toda España como Psicóloga Forense Privada realizando informes de valoración de custodias, perfiles psicológicos, valoración de discapacidad, valoración de abusos sexuales en menores, valoración de violencia de género, etc… Este trabajo es duro de ejercer, pero te da muchas satisfacciones también, sintiéndome orgullosa de colaborar con la Justicia de forma honesta, y de recibir el reconocimiento de muchos abogados y abogadas, que así lo han percibido y que saben que siempre el intento de conocer la verdad prevalece por encima de cualquier interés particular.
Quiero por último hacer un reconocimiento a mi equipo. Mujeres con una trayectoria personal y profesional de honradez y honestidad. Me acompañan por sus valores personales, por el interés en la mejoría del paciente que atienden, por su humildad a la hora de escuchar las orientaciones que pudieran darse, o por adaptarse a mi forma de trabajar. Gracias a ellas, hacemos un gran grupo. Cada vez tenemos más claro que el mejor servicio que podemos dar, es trabajar en equipo hacia nuestros queridos pacientes, y por ello tenemos reuniones semanales o comentamos cada caso las veces que sean necesarias para dar lo que realmente necesita la persona, y acortar la terapia lo máximo que se pueda.
Estamos pendientes del teléfono las 24 horas. No importa el día. Cualquier gravedad se intentará resolver lo antes posible. Son muchas las variables que influyen en la calidad de nuestro servicio y por el que somos un centro reconocido.
Muchas gracias.